scribir sobre moda en términos de igualdad de género
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La moda es sinónimo de transversalidad e influencia en la sociedad, mujeres como Anna Wintour o Suzy Menkes, directora y editora de Vogue USA respectivamente, redefinen constantemente las tendencias. Por ello, porque el sector textil debe estar siempre al deber de la actualidad, en pleno siglo XXI es necesario conocer cuál es o cuál debería ser el lenguaje de la moda para adaptarse a los cambios que ha traído consigo el movimiento feminista.
Según un estudio realizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo 9 de cada diez personas tiene prejuicios sexistas en contra de las mujeres. En este estudio se muestra también que pese al reciente progreso del feminismo, los datos muestran que el índice de desigualdad de género se está estancando en los últimos años. Y aquí es donde entran los medios de comunicación a jugar un papel fundamental de concienciación.
Aparición de la mujer en los medios
No obstante, según la investigación mundial del Proyecto de Monitoreo Global de los Medios, las mujeres están invisibilizadas, ya que suponen solo el 28% de los sujetos y las fuentes de las noticias y en muchas ocasiones, especialmente en la moda, la imagen que se muestra de las mujeres adquiere un carácter sexual o de cosificación donde la venta de estereotipos y de metas físicas financian cada día la prensa especializada en moda y es por ello, por lo que su superación supone un reto en la actualidad.
Evolución histórica del contenido
Según un artículo escrito por Ana María Velasco titulado La moda en los medios de comunicación: de la prensa femenina tradicional a la política y los/as influencers, para hablar del comienzo de los periódicos que incluyeron noticias sobre moda debemos remontarnos a 1672, concretamente al diario francés Mercre Galant. Tras 4 siglos de historia, la forma de expresión ha ido evolucionando y las noticias sobre la industria que antes iban dirigidas de forma exclusiva a la mujer hoy se han convertido en unisex.
Durante todo su recorrido la moda ha jugado a ser un arma de doble filo, ya que ha servido para encorsetar e invisibilizar a la mujer en tiempos más conservadores donde enseñar la rodilla era pecado, pero también ha sido utilizada como una herramienta de expresión, de diversión y también de denuncia. Estas dos vertientes las vemos en dos de las revistas más vendidas en España. La primera de estas es Hola la cual, aunque es prensa rosa hace ediciones especiales en las temporadas de las semanas de la moda, apuesta por mostrar a la mujer en los ámbitos más tradicionales, ya que la mayoría de sus contenidos reflejan especialmente el papel de la mujer en la maternidad o como esposa.
Fuente: todocolección.net
Por otro lado, podemos destacar la revista Telva que, aunque empezó en 1963 realizando publicaciones conservadoras, ha ido evolucionando y desde los años 70 ha mostrado abiertamente temas como el divorcio o el aborto.
Cómo evitar caer en un lenguaje machista
Sin embargo, estos temas han resonado con fuerza en los últimos años y han conseguido normalizarse dentro de la sociedad actual. El reto está entonces en cómo poder dar un paso más y conseguir que las revistas de moda inspiren la esencia feminista.
De acuerdo con declaraciones que hace a Vogue España Maggie Braine, directora de Bulletin Co, una de las medidas puede residir en reservar un espacio en las páginas de las revistas más influyentes a marcas que apuesten por apoyar las comunidades que luchan por conseguir la igualdad de género en derechos.
Otra de las medidas más importantes a tener en cuenta, no solo para el periodismo de moda sino en la comunicación en general, es huir de estereotipos y discriminación de genero del lenguaje. El idioma es algo vivo que está destinado a una continua evolución y actualización y por ello es necesario apostar por palabras que no hagan desaparecer a la mujer, porque lo que no se nombra está condenado a pasar desapercibido.
Para adentrarnos en una comunicación más ligada al ambiente feminista no hacen falta cambios drásticos. Algunas iniciativas son tan fáciles como hacer una correcta elección del lenguaje y destinar piezas a mujeres que han sido olvidadas, lo que se conoce como discriminación positiva. Porque durante siglos, la mujer ha estado relegada a un segundo plano y ahora es el momento de darle el espacio que siempre ha merecido.
Ejemplos de usos negativos y positivos para el feminismo
En las siguientes imágenes se muestran dos vertientes de las informaciones que se pueden mostrar en una revista de moda. En el caso de Telva, se hace mención al cuerpo de Charlize Theron, reduciendo a las mujeres en general a estereotipos relacionado con el modelo ideal de la delgadez y creando posibles complejos a las consumidoras. Por otra parte, encontramos la posición de Vogue que ensalza la figura de las mujeres desde una perspectiva profesional y creativa, sin caer en los estereotipos que caracterizan a la moda e impulsando el valor del feminismo. Un ejemplo perfecto de como la moda también puede ser altavoz del movimiento feminista.
Fuente: Página web de Vogue España
Fuente: Página web de Telva